miércoles, 12 de mayo de 2010

El Chronovisor, una maquina del tiempo en el Vaticano


Una leyenda que podría ser una gran película, la historia cuenta que en 1960 el Vaticano encargó fabricar una maquina del tiempo, reúnen a los 12 mejores científicos del mundo y construyen una caja con tubos de rayos catódicos en la cual se podían ver los sucesos del pasado y el futuro, y no solo eso, el chisme este podía seguir a personas o sucesos a voluntad, increíble verdad? Como siempre tontos que creen todo...

Pero esto no termina aquí, a quien crees que fueron a ver con la maquina del tiempo? a Jesucristo… Esta foto leyenda se supone que es la cara de Jesús de Nazareth en el momento de la crucifixión, alucina…

La noticia era increíble. En el semanario Domenica del Corriere se afirmaba que un equipo de doce físicos, encabezados por un monje, había creado un artefacto capaz de fotografiar el pasado y que incluso había registrado la vida entera de Cristo. Y demostraba tan inaudito anuncio con una imagen del rostro sufriente de Jesús en la Crucifixión.

Los fundamentos de este descubrimiento se basan en el conocido principio de la física clásica, según el cual «la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma». El inventor del aparato, Alfredo Pellegrino Ernetti, un benedictino, aseguraba haber construido su máquina basándose en el concepto de que las ondas sonoras y visuales son energía y, por tanto, están sometidas a las mismas leyes físicas que la materia. Igual que desde las partículas más ínfimas se puede recomponer un elemento en su forma primitiva, el artefacto sería capaz de acceder a las ondas luminosas y sonoras del pasado, reorganizándolas en las mismas imágenes y sonidos que las integraron en su origen.





La auténtica expectación se levantó cuando el padre Ernetti afirmó que con su invento había logrado fotografiar al mismísimo Jesús en la cruz y como muestra proporcionó el rostro compungido de un hombre barbado con la mirada hacia arriba. La fotografía aportada terminaría por desprestigiar las declaraciones del padre Pellegrino al descubrirse que se trataba de un crucificado existente en la iglesia del Amor Misericordioso de Collevalenza, en Perugia.

Tras años de silencio finalmente lo rompería para afirmar que la jerarquía eclesiástica le obligaba a mantener el secreto de sus investigaciones. Poco antes de morir en abril del 94 se rumorea que mandó una carta donde decía que la existencia de una máquina capaz de mostrar las imágenes del pasado era cierta, que también era verdad que se hubiera conseguido la imagen de Jesús, a pesar del fraude de Collevalenza, y que ciertamente la iglesia le obligaba a guardar silencio.

1 comentario:

Gabriel Bornes dijo...

Me recuerda JJ Benitez.

Pero interesante la teoría.

Salud.